miércoles, 5 de febrero de 2014

Queríamos Caldo


Teo,  impresionante como siempre, tuvo mucho más trabajo que en los últimos partidos.

QUERÍAMOS CALDO

...y tuvimos nuestras siete tazas, pero bien a gusto que nos quedamos, sin embargo. No hubo goles que celebrar esta vez en el campo de Randufe, no al menos para los que estábamos en nuestra casa. Lo que sí hubo fue mucho que bregar en nuestro campo y poco que disfrutar en el ajeno, y es que enfrente nos pusieron a todo un equipazo. Los chavales de Oia, no es que fueran grandes -pequeños no eran, pero lo de los tamaños ya ha dejado de ser una excusa válida-, lo que sucedió es que, en realidad, jugaban a la pelota como los ángeles: el balón al suelo, pases, triangulaciones, desmarques... una auténtica maravilla. Poco dejaron para disfrute de los nuestros: hacía ya unos cuantos partidos que no quedaba Manu Gol sin estrenar su casillero, pero este sábado no fue el día de los delanteros. Fue el día, sin embargo, para disfrutar de los guardametas, que se habían acostumbrado ya a ser poco más que meros espectadores en los repasos repartidos en los últimos desplazamientos; si iban a la ducha al finalizar los encuentros era porque la lluvia los había empapado -¿guardaremos algún día el paraguas?- y no porque hubieran sudado en exceso. Por eso, lo del sábado fue una estupenda oportunidad para que nos demostraran que también debajo de los palos hay talento bruto. 

Un utillero con muchísima clase.
Salió de cara Teo, un auténtico felino, dueño absoluto del territorio donde alcanza la sombra del larguero. Teo es bastante más que una gema en bruto: lleva en la sangre el fútbol y sus movimientos no son aprendidos, sino los gestos naturales de quien considera la portería su propia casa. Un portento deslumbrante con las manos y los pies que ha sabido serenar este año la cabeza. Ese ha sido su gran mérito, lo otro le viene dado y no le supone mayor esfuerzo. Tuvo muchísimo trabajo el sábado ya que le tocaron los minutos iniciales en el que los nuestros aún no habían cogido el pulso al contrario y fueron minutos que se jugaron prácticamente dentro de nuestra área. Su actuación fue, como siempre, muy meritoria.


Denys felicita a Nicolás tras una estupenda intervención.
El relevo al de Caldelas se lo dio Nicolás, a quién sus nuevas gafas han aportado una importantísima dosis de seguridad. El sábado no sólo estuvo sereno y excelentemente colocado sino que decidió deleitarnos con un par de actuaciones dignas de la máxima categoría. Muy atento a lo largo de los minutos en los que pisó el césped,  no solo guardó a la perfección los tres palos, sino que no se cansó de repartir instrucciones para colocar a la defensa en los innumerables corners que se sacaron en contra de los nuestros.


Hugo en una de sus muy acertadas salidas.
Cerró Hugo la actuación de los guardamallas. Un fenómeno de Paramos con un físico que promete llevarlo muy lejos. Al igual que le sucediera a Teo, tampoco fueron minutos muy afortunados los que le tocaron para ponerse a defender la puerta, ya que los nuestros acusaron el cansancio del final del partido y se vio muy acosado por los contrarios y, sin embargo, supo demostrar la enorme calidad que posee con numerosas actuaciones de grandísimo mérito. Sé que más de uno pensará que es un poco extraño centrar en los porteros la crónica de un partido que se perdió por cinco goles a cero, pero ya sabemos que, al final, el resultado es lo de menos: quedémonos con que el sábado tuvimos la suerte de poder ver a tres magníficos cancerberos en acción y en otras ocasiones no podemos hacerlo. Lo habitual es que los de arriba arrasen y no nos dejen.


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