martes, 26 de noviembre de 2013

Tremendo Lío

Última alineación (esta temporada) de los peques del Tyde con el tremendo Lío. (De pie tercero desde la izquierda)
 

TREMENDO LÍO

 
Lección difícil la que les tocó a los peques del Tyde este sábado en el campo de Randufe: Despedir a un amigo nunca es un buen trago. Pero de todo se aprende y los chicos tendrán la oportunidad de ver que, con una actitud positiva, se puede sacar beneficio de cualquier circunstancia. Incluso de las más amargas. Para eso estamos los mayores, para explicárselo. Aunque también a nosotros nos resulte complicado .
 

Lío se duele de una patada durante su último entrenamiento.
Conocí a Lío en persona hace ya algo más de un par de años, aunque debo confesar que su fama le precedía. Sus aventuras habían llegado a mis oídos con bastante frecuencia por boca de mi hijo: Estaban en la misma clase. Aquel día que yo le conocí, como os decía, utilizó su voz como tarjeta de presentación: ¡¡¡Nicolaaaaaaás!!!! Gritó desde la otra acera una tarde que paseábamos tranquilamente por el centro de Tui. Giré la cabeza y me encontré un diminuto rubiales de ojos azules cruzando la calle a toda velocidad  -no se le ocurrió mirar si venía algún coche- para darle un tremendo abrazo a su amigo Nicolás. ¿Quién era aquel terremoto? ¿Cuántos años hacía que no se veían? Simplemente era Lío y acababan de salir de clase no hacía ni media hora. Aún así los dos enanos se abrazaban efusivamente sobre la acera, como si fueran dos viejos amigos que se reencuentran después de toda una vida, centrando la atención de toda la gente que paseaba .

Lío siempre será del Celta.
Esta pequeña anecdota sin importancia (no había tráfico aquel día) define perfectamente al pequeñajo que mañana nos deja para empezar una nueva vida en Málaga: Lío es tremendo. Lío siempre tiene las pilas cargadas. Lío es enormemente cariñoso y no deja a nadie indiferente. Allá adonde va se hace notar. Por eso para él va a ser fácil hacer una nueva vida. Hacer nuevos amigos. Y por eso también va a ser más amargo el trago para nosotros. Para los amigos que deja en Tui.

Decía al comienzo de esta agridulce crónica que a nosotros, mamás y papás, nos queda  ahora la tarea de explicarles a los retoños el verdadero significado de que un amigo se vaya a vivir a otra ciudad. Para ellos, que ya saben perfectamente lo que es la amistad, hay conceptos como la distancia o el tiempo que son todavía incomensurables. Inabarcables. Por eso debemos explicarles que la distancia y la amistad no están reñidas. Mucho menos hoy en día. O acaso no tenemos todos a alguien a cientos, miles de kilómetros con el que hablamos más que con quien tenemos a la puerta de casa. Precisamente porque están lejos y no queremos perderlos. Eso es lo que nos queda ahora al los peques del Tyde: Cuidar con mimo esta amistad para que no se apague nunca. Tal vez, algún día, el más insospechado, nos sorprendamos a nosotros mismos gritando como locos: ¡¡¡Líííío!!! y cruzando la calle a toda velocidad sin importarnos un pimiento los coches.

Mucha suerte, Lío. Mucha suerte, chicas.

FOTOGALERÍAS:
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https://www.dropbox.com/sh/5m6wmumfqtpl2eg/XGNhwtwM1-#/








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