martes, 10 de diciembre de 2013

Campeonato de Mos

 ¡SUBCAMPEONES!

¡Subcampeones!


Iker intenta zafarse de dos rivales

Mañana extraña la que les tocó vivir a los pequeños el pasado viernes en el campo de As Baloutas en el primer campeonato de estas características al que eran invitados. Se presumía que  la cosa iría bien cuando se supo que se esquivaba al Porriño y al Mos en la fase clasificatoria. No se debe tener miedo a nadie, es evidente, pero cuanto más tarde le toque a uno enfrentarse a ellos mejor. Se cumplieron de entrada nuestros deseos. En vez de los dos pesos pesados los pequeños se enfrentarían a dos rivales que se nos antojaban, en principio, más asequibles. Efectivamente, se demostró que el Ponteareas y el Matamá no disponen de elementos suficientes para plantar cara a los chicos de Rocha.
 
Si sirvieron para algo estos dos primeros enfrentamientos fue fundamentalmente para ver que el equipo tiene una plantilla equilibrada y con jugadores destinados a darnos muchas sorpresas a lo largo de la temporada. Las rotaciones permitieron a algunos pequeños menos habituales disponer de minutos para demostrar de lo que pueden llegar a dar. Aún no habíamos tenido la oportunidad de observar con calma la evolución de jugadores como Iker, que el viernes saltó al campo en diversas ocasiones y pudo dejar su sello en jugadas de mucha calidad. Un pequeño que va a crecer mucho, sin duda.
 
Lucas luchando por la posición
Nos sirvieron también los dos primeros partidillos del viernes para certificar que Lucas se está convirtiendo poco a poco en una referencia en defensa a la derecha de Martín. Durante los minutos que estuvo en el campo luchó con ganas por todos los balones y estuvo atento y muy bien situado. Es fundamental para el equipo que conserve esta actitud ya que la defensa necesita su enorme potencial físico.
 
Fue un placer descubrir, por otra parte, que el Denys que nos había maravillado la temporada pasada está de vuelta. El viernes se despachó a gusto y marcó tres golazos. Pero no fue sólo goles lo que nos regaló, sino que se convirtió en una pesadilla para los rivales generando innumerables ocasiones y desplegando toda la fuerza y garra a la que nos había acostumbrado en el pasado. Así da gusto.
 
José, Alejandro y  un tempranero Manu-Gol (¿quién si no?) que no concedió tiempo al respetable para sentarse en sus localidades cuando ya había enviado el balón a la red, completaron el sexteto de goles que coleccionaron los tudenses en la clasificación.
 
Denys se despachó a gusto en la clasificatoria
Y lamentablemente no pudimos disfrutar de más. Ahí se acabó todo. En la final nos tocó en suerte enfrentarnos a nuestra bestia negra y lo hicimos en un partido para olvidar. Probablemente haya pesado demasiado la relajación causada por el largo interludio entre la clasificación y la final. Los chicos parecieron perder el fuelle en esa hora y media de descanso entre partidos. Pero no se deben buscar excusas. Nunca.
 
Y como no deben buscarse, estimé que lo mejor sería analizar en qué nos superan los mosenses. ¿En dónde reside el secreto de que cuando nos enfrentemos a ellos nos parezcan imbatibles colosos? ¿Cuál es la clave de que nos derroten casi sin despeinarse?
 
Aprovechando el largo puente del que dispusimos este fin de semana me dirigí a las instalaciones de As Baloutas y pude estudiar sus entrenamientos así como conversar con técnicos y directivos del club. No hay ningún misterio en su éxito. Responde a dos premisas muy sencillas:
  1. Siempre obedecen a su entrenador y no se pelean en los entrenamientos.
  2. Comen todo lo que sus padres les ponen en el plato. Fundamentalmente mucho pescado y muchas verduras.
Así que, ahora que ya sabemos donde está su secreto, no tenemos más que aplicarnos. Es sencillo. A portarse bien y a comer mucho. La próxima vez les ganaremos seguro.
 
De momento, a disfrutar de ser los subcampeones.

La afición se desplazó en masa para animar a los suyos.

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martes, 3 de diciembre de 2013

Tyde 2 - Mos 4

 
A Teo le tocó bailar con la más fea este sábado. A pesar de todo mostró gran madurez y tuvo una actuación muy destacada
A pesar de ser el partido de la derrota, el enfrentamiento con los no tan pequeños de Mos fue el más entretenido de la mañana del sábado en Randufe. El equipo Mosense nos tiene tomada la medida, es cierto. En parte porque sus jugadores son más grandes y en parte también porque alguno de sus pequeños es formidable. Pero es seguro que, a pesar de haber ganado, esta vez se han vuelto para casa sabiendo que viajar a Tui ha dejado de ser ir a hacer turismo.


Antón lidiando con un pequeño fenómeno de Mos.
El caso es que los peques, que no se amedrentaron en ningún momento, no parecieron tan peques en esta ocasión.  El pundonor y la competitividad de Antón en la banda izquiera fueron una de las claves para que los gigantes de Mos no parecieran la apisonadora que habían aparentado ser en ocasiones anteriores. A su lado, Martín en el centro y Lucas por la derecha bregaron duro para que los contrarios se dieran cuenta de que hace ya algún tiempo que dejaron de ser los biberones. Las caras de los jugadores de Mos lo decían todo. Ganaron, sí, pero no se divirtieron, desde luego.
 
Golazo de Alejandro
Muy buenas las aportaciones de todos los jugadores en general: Denys (que recibió de lo lindo), Gonzalo (corriendo arriba y abajo), José (que repitió partidazo), el Zar (templando la pelota), Hugo (que se estrenó en la portería) y también, por supuesto, Alejandro, que además de estrenar su casillero con un golazo nos deleitó con otra actuación excepcional.
 
Decir que Manu-Gol envió un balón al fondo de las mallas es una obviedad a estas alturas. Pero es que si alguien dudaba aquello tan manido de que una imagen vale más que mil palabras está invitado a disfrutar de la imagen que les dejo debajo de este párrafo. En esa imagen está todo lo que hubo en el partido. La diferencia de tamaños, la soltura del rubio... pero, sobre todo, si algo se puede leer en la cara del contrario es que aunque ellos ganaron y nosotros perdimos, los que realmente disfrutaron del partido fueron los peques del Tyde.
 
 
Decía antes que este enfrentamiento fue más entretenido que el primero de la mañana. Absolutamente cierto. Un partido trabajado y luchado. Y tambien perdido, qué duda cabe. Pero, aunque es muy posible que ellos no fueran conscientes, ha sido tremendamente constructivo: han aprendido que ganar o perder no es lo más importante. Lo más importante es estar orgulloso de lo que se hace y como se hace. Y ellos, en sus caras se veía, lo estaban de manera absoluta.

Tyde 2 - As Neves 0

Martín contundente como siempre. Detrás José, una de las más agradables sorpresas de la mañana.
Sol y goles en el primero de los encuentros disputados por los peques del Tyde el pasado sábado en Randufe. Enfrente un equipo competitivo como el de As Neves que peleó con deportividad y coraje por todos los balones pero que poco pudo hacer ante los chavales de Rocha, que día a día demuestran ser más sólidos en defensa y creativos en ataque.
 


Gonzalo con el balón en los pies
Arriba pudimos comprobar lo que ya sabíamos. Ahora que no está Lío, la delantera parece cosa exclusiva de Manuel (Rubio) que con dos estupendos goles ha sentado cátedra nuevamente y se ha ganado a pulso el cariñoso apelativo de Manu-Gol que le ha puesto la grada. Debe hacerse mención especial también a la sorprendente aparición de Alejandro que el sábado demostró tanto en este partido como el que se jugó acto seguido que el espacio dejado arriba por el Messi malagueño puede ser suyo perfectamente.
 
El Zar dueño del mediocampo
Una de las grandes noticias del día, fue el alta de Manuel (Moreno). El Zar, recuperado ya de la varicela sufrida la semana pasada, volvió a mostrar su clase en el medio del campo, y aunque en algunos momentos se notó que todavía tiene que recuperar el tono físico, lo cierto es que cuando impone su estilo de toque y pase la media funciona a la perfección. Otra buena noticia fue ver que dos chavales que empiezan este año, Adrián y Tezera, se estrenaron en Randufe.
 
Nicolás saca de puerta
Sin embargo, la sorpresa agradable de la mañana aún estaba por llegar. La entrada de un desgarbado chaval de Tui trajo a la memoria de los que ya peinamos canas la figura de un espigado maestro sevillano de la banda. José, como Gordillo en sus tiempos, se remangó las medias como quien se remanga la camisa para trabajar y demostró a las claras lo grande que se puede llegar a ser cuando al talento además se le suma garra. Sin duda otro fichaje de oro. Por su parte, Nicolás, aunque no tuvo excesivo trabajo estuvo sobrio durante todo el partido mostrando seguridad bajo los palos y acierto en las salidas.



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